Рет қаралды 4,266
En un aspecto o en otro, por lo visto todos sufrimos de alguna carencia de amor a nosotros
mismos. Nos resulta muy difícil amarnos porque llevamos dentro esos supuestos defectos que nos
hacen imposible amarnos tal como somos. Generalmente nos ponemos condiciones para amarnos y amar a los otros.
Amarse a uno mismo es una aventura maravillosa; es como aprender a volar. ¿Te imaginas que
todos tuviéramos el poder de volar a voluntad? ¡Sería fantástico! Empezamos amarnos a nosotros mismo. Vamos a examinar algunas formas de amarnos a nosotros mismos que pueden resultar útiles paraaquellos de nosotros que ya llevan algún tiempo trabajando en ello, y también para las personas que acaban de comenzar. Yo los llamo mis Diez Pasos
Este es quizá el punto más importante. Si nos decimos a nosotros mismos que, pase lo que pase, estamos bien y valemos, podemos cambiar con facilidad nuestra vida. Pero si nos decimos que estamos mal, nos resultará enormemente difícil lograrlo. Todos cambiamos, todos. Cada día es un nuevo día y hacemos las cosas de manera algo diferente a como las hicimos el día anterior. Nuestra capacidad para adaptarnos y avanzar con el proceso de la vida es nuestro poder.
Las personas que, proceden de hogares problemáticos suelen tener un sentido de la
responsabilidad exagerado y han adquirido la costumbre de juzgarse sin piedad. Crecieron en medio
de la tensión y la angustia. El mensaje que recibieron cuando eran niños les hace pensar: «Seguro
que algo no funciona bien en mí». Piensa por un momento en las palabras que empleas cuando te
regañas. Las más comunes son: estúpido, chico malo, chica mala, inútil, descuidado, feo, bobo,
indigno, perezoso, desaseado, etc. ¿Son éstas las mismas palabras que empleas para describirte?
Tenemos una gran necesidad de fortalecer nuestra propia valía y mérito, porque cuando
pensamos que no valemos lo suficiente encontramos la manera de ser siempre desgraciados. Nos
creamos enfermedades y dolor, aplazamos cosas que nos beneficiarían, maltratamos nuestro cuerpo
con comidas dañinas, con alcohol y otras drogas...
En cierta manera todos nos sentimos inseguros, porque somos humanos. Aprendemos a no
pretender que somos perfectos. La necesidad de ser perfectos sólo nos crea una enorme presión, y
nos impide ver los aspectos de nuestra vida que necesitan curación. En lugar de eso podríamos des-
cubrir nuestras aptitudes creativas, nuestra individualidad, y valorarnos por esas cualidades que nos
distinguen de los demás.