Todos tienen un vecino molesto en la puerta de al lado. A veces, lo mismo ocurre en el mundo animal y, cuando las cosas se ponen difíciles, los animales resuelven sus diferencias de una manera diferente a los humanos, bueno, a la mayoría de los humanos. Únete a nosotros mientras observamos quince veces en que peleas de animales salvajes fueron grabadas por cámaras.
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Hiena Contra León
Los leones y las hienas se odian entre sí porque compiten por la misma comida en los mismos territorios. En este video, los leones y las hienas están peleando por comida, y si las hienas superan en número a los leones, que suele ser el caso, porque las risas pueden tener hasta cien miembros o más, mientras que las manadas de leones suelen tener entre diez y treinta. Sin embargo, cuando llega un león macho, el juego cambia y las hienas comienzan lentamente a huir, y el león reclama la carroña para sí mismo. Unos pocos leones son superados y abrumados cuando deben luchar contra un gran clan de hienas por una carroña. Solo las hienas moteadas tienen un llamado que suena como si estuvieran riendo. Hacen ese sonido cuando están emocionadas, nerviosas o cuando intentan intimidar a otro depredador. En este video, las risas aulladoras del clan de hienas lograron ahuyentar a algunas leonas. Un león macho ha dejado casi muerta a una hiena gravemente herida cuando el clan viene al rescate. El macho deja la hiena mutilada en el suelo para desafiar a la risa, y cuando ninguna de las hienas intenta atacarlo, él acaba con su amigo.
Es entonces cuando las hienas intentan morderlo y lo rodean, pero solo dura unos segundos antes de que se den cuenta de que su amigo está muerto y ya no vale la pena el riesgo. Una hiena fue perseguida por una leona y un león macho en el Parque Nacional Kruger, y cuando el león macho finalmente la derriba al suelo, rompe la médula espinal de la hiena. Las hienas y los leones son enemigos mortales y siempre tratarán de matarse entre sí cada vez que tengan la oportunidad. Los leones y las hienas moteadas ocupan el mismo nicho ecológico donde coexisten. Una revisión de datos en varios estudios indica una superposición dietética del cincuenta y ocho punto seis por ciento. Por lo general, los leones ignoran a las hienas moteadas, a menos que estén en una presa o estén siendo molestados por ellas. Sin embargo, los leones pueden matar hienas, aunque rara vez devoran a los competidores después de matarlos.
Yak Contra Toro
Este pariente de la vaca de gran altitud, distinguido por cuernos tipo manillar y pelaje largo, pasta en las praderas del Tíbet. Los yaks, que tienen tres veces la capacidad pulmonar de las vacas, pueden lidiar con el aire delgado, el terreno accidentado y el clima severo del Tíbet, con temperaturas invernales que pueden descender por debajo de cero, y han sobrevivido durante miles de años con una modesta dieta de pastos y juncias. El yak en este video pelea contra un toro, y la pelea es brutal, pero equitativa. El yak es poderoso, pero no indestructible. Hace solo medio siglo, alrededor de un millón de yaks salvajes habitaban el Tíbet. Hoy, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza estima que la población global de yaks salvajes es de menos de diez mil, lo que los hace oficialmente vulnerables a la extinción debido a la caza furtiva, la pérdida de hábitat y la hibridación. El yak logra ahuyentar al toro en este video, obligando al animal a abandonar el desafío y huir.
Cuando el toro logra empujar al masivo yak a una zanja en este video, le enseña al yak una lección sobre enfrentarse cara a cara. Cuando el yak llega a la trinchera, da vuelta la tortilla al toro y le da una probada de su propia medicina. Mientras luchan por derribarse mutuamente, ambos animales se cansan. Este masivo yak se viste para la ocasión, en la que se enfrentará a un gran toro. Espero que todo le salga bien, pero pase lo que pase, este yak luce bien, ya que ambas criaturas compiten por tener la ventaja. Históricamente, los yaks fueron tan importantes para la supervivencia de las personas del Tíbet como lo fueron los bisontes para los indios americanos. Los antiguos pastores Qiang domesticaron los yaks hace unos diez mil años. Estos animales de carga definitivos pueden viajar a altos pasos de montaña, llevando cargas enormes de hasta ciento cincuenta libras y se les conoce comúnmente como "barcos del altiplano".