Esta Venida de la Patrona de Almonte a su pueblo, está marcada por varios hechos que influenciaría en los posteriores Traslados.
En comparación a la Venida anterior, la de 1977, la Virgen iniciaba su procesión a eso de las 19:40 de la tarde, un horario que ha ido retrocediendo ante la masificación de la misma, en comparación a los Traslados de antaño, donde se iniciaba a las 12:00 de la noche.
El problema de la parcelación del Camino de Los Llanos conocido como él (Plan Almonte-Marisma), por el IRYDA (Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario), motivó a que este Traslado se iniciase con el Salto de la Reja a las 16:02 de la tarde, para poder transitar el camino parcelado y evitar incidentes de gran envergadura. Este horario es el que se mantiene hoy en día.
Desde que se tenga constancia de estas traslaciones de la Virgen a su pueblo almonteño desde aquél 1589, la Virgen es ataviada con un guardapolvo o capote, para protegerla de las inclemencias del camino. La colocación del pañito en su rostro y capote a la imagen, venía produciéndose en el interior del Santuario. En 1984 se decide construir un altar en el exterior, para que así se pueda procesionar la Virgen desprovista del guardapolvo por las calles de la aldea. El primer emplazamiento de este altar se ubicó en Plaza Mayor, frente a la Hermandad de Madrid. Más tarde en el regreso de la Virgen de 1992, se trasladó a su actual ubicación en el Camino de Los Llanos.
Como curiosidad, en los regresos de la Virgen a su ermita, se levantaba un pequeño templete en la esquina de la calle Romería, frente al "eucaliptar," para desvelar el rostro de la señora y conducirla con sus galas de Pastora hasta su ermita.
El Rocío Chico de ese año se celebró entre la Aldea y Almonte, ya que el Traslado se iba a producir el mismo 18, el Santo Rosario se adelantó en la noche del 17, y la procesión Eucarística en la mañana del 18. Ya la Virgen en Almonte en la mañana del 19, se hizo la renovación del Voto de Gracias.