Annaliese Michel nació en Leiblfing, Baviera, Alemania Occidental el 21 de septiembre de 1952, falleció en Klingenberg am Main, Baviera el 1 de julio de 1976.
La Santísima Virgen María se quejó a Anneliese:
"Es un gran sufrimiento para mi corazón que se pierdan tantas almas. Es necesario hacer penitencia por los sacerdotes, por la juventud y por tu país. ¿Estarías dispuesta a hacer penitencia por estas almas, para que no se pierdan tantas?"
Hay dos malentendidos populares con respecto a Anneliese:
1) La falsa creencia de que Anneliese era una enferma mental y no poseída,
2) La falta de comprensión de que Anneliese era un alma víctima de la Iglesia y la conversión de los pecadores.
Cabe destacar que en la historia de la Iglesia Católica nunca se había informado de una muerte mientras una persona era sometida a una serie de exorcismos oficiales.
Nuestro Salvador le dijo:
"Sufrirás mucho y harás penitencia, incluso ahora. Pero tus sufrimientos, tu tristeza y tu desesperación me ayudarán a salvar almas".
El "cómo" de su muerte no es tan importante como el "por qué" murió. ¿Exactamente por qué Dios permitió que muriera? El Señor permite el sufrimiento no de la forma en que nosotros lo queremos, sino de la forma en que Dios lo quiere, porque Dios ve con los ojos de la eternidad que nuestra vida aquí en la tierra es sólo una peregrinación temporal, mientras que nuestra verdadera vida está con Él en el cielo por toda la eternidad. Su misión de sacrificio como alma víctima estaba cumplida, y ahora iba a recibir su recompensa eterna.
Jesús le comunicó: "Te convertirás en una gran santa". Jesús probablemente no se está refiriendo a que Anneliese se convierta en una santa oficialmente canonizada de la iglesia católica, sino más bien en una gran santa en el cielo, ya que todas las personas en el cielo son de hecho "santas" .