En casos bien seleccionados la toxina botulínica mejora el patrón de marcha en niños con parálisis cerebral. Aquí se presentan los videos de una paciente de 4 años con parálisis cerebral espástica de distribución unilateral clasificada en un nivel funcional GMFCS I a quien se le aplicó toxina botulínica en los músculos gastronemios y tibial posterior del miembro inferior derecho. En la evaluación inicial se encontró espasticidad calificada con 2 según la escala modificada de Ashworth en los músculos plantiflexores del tobillo derecho.
En el primer video, antes de la aplicación de toxina botulínica se observaba una pérdida de la primera mecedora (equino por debajo de -5o en el contacto inicial), patrón descendente de la 2ª mecedora y pie caído en el lado derecho. En la extremidad contralateral presentaba un apoyo plantar completo en el contacto inicial.
Después de la aplicación de toxina botulínica en el lado derecho la espasticidad disminuye (1+), mejora la movilidad del tobillo en el apoyo, se incrementa la longitud de los pasos y en el lado izquierdo mejora el posicionamiento del tobillo en el contacto inicial.