Se levanta hacia el este de colonia San Mauricio, sobre el camino llamado Tierras Coloradas, casi sobre el límite natural del río Daymán. Cuenta con un complejo de viviendas Mevir, policlínica, escuela pública y destacamento policial.
Su desarrollo fue producto del corrimiento poblacional del paraje Tomás Paz, del que sólo quedan vestigios de pueblito que ya no está. Como otros parajes, colonias y pueblos del interior rural profundo oriental supo de buenos tiempos con más gente que en el presente, aunque según el relato oral de los lugareños, las mejoras en los servicios son más recientes en el tiempo.
Construir un proyecto de vida por estos campos resulta un compromiso inquietante y revelador, y sus vecinos se las ingenian para encarar pequeños emprendimientos en pequeñas chacras para el sustento familiar.