#tango #musicadelrecuerdo #musicadelayer
SIGUENOS EN FACEBOOK =
/ 100092511589354
Luis Ángel Ramírez Saldarriaga fue conocido en el ámbito na­cional, internacional y musical como El Caballero Gaucho, quien nació en la ciudad de Pereira el 10 de junio de 1917, pero sus años juveniles los vivió en Ansermanuevo. Su padre Pedro Anto­nio y su madre Carmen Emilia, cantaban y hacían un dueto pareci­do al de Margarita Cueto y Juan Arvizu; o sea que lo del canto a Luis Ángel le vino por herencia.
Cuando por primera vez se presentó a un programa de aficio­nados en la emisora de Armenia Pregones del Quindío, lo botaron a la calle y le recomendaron que cogiera café. En ese tiempo Luis Ángel había conseguido un destartalado tiple y con un método práctico de enseñanza se fue guiando y aprendió sin que nadie le enseñara; fue tan persistente este hombre que volvió a esa emiso­ra, pero esta vez sí ganó el primer puesto y como premio recibió dos camisas, jabones y un pantalón.
Cuando tenía 30 años, a mediados del siglo pasado, 'La Voz' de Pereira dio a conocer a Luis Ángel Ramírez Saldarriaga, el Caballero Gaucho. Su voz tanguera viajó por las ondas hertzianas antes que sus pies, que después lo llevaron por pueblos del Eje Cafetero, donde se presentaba en otras emisoras y comenzó a cuajar una carrera que lo encumbró durante 60 años como el ídolo de esta región, Antioquia y el norte del Valle del Cauca.
Mario Arango, director de la radiodifusora y propietario junto con un hermano de Discos Marango, fue quien lo descubrió en un taller de ebanistería, donde mandó hacer unos trabajos.
Cautivado por su voz, Arango le ofreció cantar, y ya es parte de la leyenda la anécdota del día en que debutó: estuvo a punto de irse de la emisora porque no fue anunciado con su nombre. “Es que usted se llama el Caballero Gaucho”, le explicaron. Así lo bautizó Luis Carlos González, el famoso poeta pereirano de 'La ruana'.
Ramírez, fallecido el 9 de Agosto de 2013 a los 96 años y sepultado en La Virginia (Risaralda), su terruño del alma, cantó música de cantina, pero nunca fue un cantante cantinero.
Después de grabar para Discos Marango, lo hizo en Discos Fuentes y al mismo tiempo comenzó a componer las canciones de letras que se metieron rápido en el corazón del pueblo, por su sencillez y porque contaban vivencias de amores y desamores y asuntos cotidianos.
Grabó 2235 canciones, de las cuales el 60 por ciento fueron creaciones suyas. Paradójicamente, la canción que lo hizo famoso, Viejo farol, no es de su autoría, sino de Luis Benedicto Valencia. Pero sí lo son Viejo juguete, Besos por costumbre y Lejos del tambo, algunos de sus más grandes éxitos.
Yo no quería llamarme El Caballero Gaucho pero así me pu­sieron; incluso, en cierta ocasión me llamó el doctor Ramírez Johns para que grabara en Discos Silver, pero yo le puse como condi­ción que me quitara el mote de Caballero Gaucho, que yo no era gaucho sino colombiano, que yo había nacido en Pereira, que me gustaba el folclor nuestro y que no era argentino; pero él me con­testó: -Vea hombre, todas las cartas que usted ve en estos costa­les, son cartas para El Caballero Gaucho, de manera que si no es al Caballero Gaucho, yo no le puedo grabar.