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La cámara oculta tiene lugar en un restaurante de supuesta "categoría", donde la relaciones públicas quiere impedir que ocupen una mesa media docena de clientes, cuando se entera de que son gitanos, a pesar de que tienen reserva.
El presentador y socialité, Boris Izaguirre, es el protagonista de una cámara oculta en la que saca a relucir su lado más auténtico y comprometido. En esta escena provocada, basada en un testimonio real, Boris vive una situación de gitanofobia en el restaurante en el que está cenando. Todo sucede cuando la encargada del restaurante discrimina a una pareja que tenía una reserva por el hecho de ser gitanos. Una situación que se repite a menudo, según la Fundación Secretariado Gitano, que avala esta cámara.
En esta ocasión, los gitanos que que dan la cara es un matrimonio que representa un caso real que padecieron.