Gracias por ese comentario, Alexander; me animas a seguir subiendo videos y entrevistas.Te mando un saludo!

Esta gente era atea, eh!

Y por qué?

Hola Daniel, gracias por tus palabras, suscríbete por favor para que tengas acceso a más entrevistas de estos genios latinoamericanos, y si puedes, difunde por favor esta entrevista extraordinaria, saludos!

Esta gente no tiene vigencia en un mundo tan embrutecido como el actual. Hay cosas que pasan y desaparecen. Como la mayoria.

Gracias por comentar, que la disfrutes!!!

Me alegro que te guste, Judymar; no dejes de suscribirte! 🙂👍

Gracias por comentar, Martín, efectivamente, esta es una de las mejores entrevistas y me siento muy contento de haberlas subido a mi canal y que se pueda difundir; gracias por tu comentario y no dejes de apoyarnos con tu suscripción!

Qué envidia, Sofía, me alegro por ti. Cuéntanos qué pasó y no dejes de suscribirte para seguir subiendo más entrevistas literarias, saludos!

@@biorges1 Soy periodista, en la época trabajaba en radio, me ocupaba de asuntos universitarios y me mandaron a Guadalajara a cubrir el evento. Al final le pedí a "Gabo" me diera el papel dónde leyó "El argentino que se hizo querer de todos", que escribió en 1984 y que me lo da!!! Es una fotocopia del texto, pero la atesoro dentro de mi libro favorito," El amor en los tiempos del cólera". Tuve la oportunidad de ver varias veces a García Márquez, lo mismo por trabajo que porque me lo topaba caminando en las calles del centro. Rehuía a los reporteros, seguro porque él lo fue y una de nuestras reglas (al menos de la vieja guardia) es que el periodista jamás es "la nota". Pero en 1998, la primera vez que me lo topé en un hotel a donde fue a desayunar con un presidente colombiano, conseguimos un puñado de colegas y yo, todos unos novatos, sacarle una declaración. Nos quedamos alelados de ver a Gabo y como que le dimos ternura y se detuvo a atendernos. Yo que me lanzó con algo así como "'¿Nos regala una entrevista don Gabriel?"... Y nos responde medio travieso: "¿Y qué me van a preguntar?" Silencio... nadie se animaba. Un par soltó preguntas sobre asuntos de política doméstica, que don Gabriel desdeñó con un gesto. Y que se me prende el foco: en la madrugada mexicana habían detenido a Pinochet. En la época nada de redes sociales ni páginas de noticias. Las noticias fluían lenta, dulcemente. El diario en el que trabajaba "cerraba" de madrugada y alcanzó a meter la nota. Le solté la típica pregunta de la "opinitis": "Cómo ve la captura de Pinochet en Londres?" Abrió tremendos ojos. No sabía! Pues que le pasó la nota al Nobel y que se suelta con una extensa respuesta de que la captura del dictador chileno era una "buena noticia" para la justicia, los derechos humanos y la democracia. Todos nos fuimos de "´primera plana". Me había llevado un ejemplar de "Cien años de soledad", ya bastante maltratado, y le pedí que me la firmara =) Me dibujó una flor, como siempre hacía, al lado de su firma. Los compañeros le pidieron el autógrafo en sus libretas pero Gabo sólo firmaba libros y cuando se ponía exigente lo hacia sólo en aquellos que a todas luces habían sido leídos. Unas semanas después de este evento, lo vi en la residencia del embajador francés en un homenaje a Fuentes (nunca me simpatizó, debo confesarlo). Gabo llegó como una aparición y los reporteros gráficos se le fueron encima. Los de texto nos quedamos al margen. Cuando lo dejaron respirar, me le acerqué y le dije algo así: "Don Gabriel, no lo voy a ofender con mi grabadora, sólo quiero saber cómo está de salud". Y que toma mi mano con las suyas y me dice (eso seguro es textual, no lo olvido) "Los reporteros ya no me ponen nervioso, pero las mujeres hermosas como usted sí". Y que me besa mi mano!!! Y zassss que retruena la voz de Fuentes: "¡Gabo, ven a ver este libro del embajador!" Y que se lo lleva grrrr. Un colega gráfico me dijo que tomó fotos de mi breve intercambio con Gabo. Antes de irse corriendo, me dio una hoja de papel con su teléfono. "Llámame y te paso las fotos". Y que pierdo el móndrigo papel grrrr. Jamás pude dar con él =( Pero me queda un recuerdo emocionante y hermoso. Este evento en Guadalajara es de los que más he disfrutado en mi trabajo. Saramago dio una conferencia muy íntima, en una pequeña mesa y todos pegados a él. Una colega (nunca falta alguien así), le dijo al final algo así como que reflexionara sobre su ateismo, que la divinidad y bla bla bla... Saramago se enojó de verdad y manotenado (me hice a un lado por temor a un manotazo jajaja) respondió que era ateo y no jodieran más. Tomás Eloy Martínez (de mis favoritos) me dio una larga entrevista y me invitó a desayunar. Un caballero, gentil, humilde en su trato, ameno. Me firmó tres libros que regalé a queridos amigos que lo admiraban. Uno de esos amigos, que fue mi primer jefe en esto del periodismo, un hombre estupendo de la estirpe de sir Percival Shelley, era quien traducía la columna del argentino para The New York Times. Le escribió una linda dedicatoria, le agradeció por "mejorar" sus columnas. A mi amigo se le salieron las lágrimas al leerlo. A Fuentes ni lo busqué en Guadalajara, los siento jajajaj... Cuando murió Gabo, yo vivía en Caracas, a donde me mandaron de corresponsal. Lloré mucho no tener la oportunidad de asistir a su homenaje y de escribir algunas en su recuerdo. Tenía el borrador de una semblanza de su vida en México y arrancaba con algo así como "Pocas o ninguna guía telefónica como la de Ciudad de México que puede presumir a un Nobel de literatura en sus páginas". Y sí, García Márquez Gabriel José aparecía con teléfono y dirección en Fuego 144.. Llamé varias veces siempre buscando a su asistente, que me atendía gentilmente. Una vez me contestó doña Mercedes. Y de la nada me empieza a contar que un peso pesado de la política colombiana los había dejado plantados y que Gabo andaba averiguando que pasaba. Un chisme buenísimo! De repente, doña Mercedes se dio cuenta de que pecaba de indiscreta y me dice: "¿Y usted quién es?" Yo sólo me identifiqué como conocida de la asistente. No le revelé que era periodista, temía eso la enojara o la preocupara por haber hablado de más. Y por supuesto, jamás publiqué este chismeoste por sabroso que pareciera, no hubiera sido ético. Excusa que me haya extendido tanto, vicio de reportera. Y claro, me suscribo a tu canal. Te comparto, si aún tienes ganas de leer, una nota que escribí cuando Gabo cumplió 85 años. Relato una gran anécdota de cuando ganó el Nobel. Una gran amiga, que también fue mi jefa de información, me la contó. Abrazo noticiasdequeretaro.com.mx/2012/03/05/los-pasos-de-gabriel-garcia-marquez-por-ciudad-de-mexico/

@@sofiamiga Me ha conmovido mucho lo que has escrito, sobre todo cuando mencionaste la muerte de García Márquez. Te cuento que unos días antes yo estaba sustentando mi tesis de licenciatura en Literatura sobre Crónica de una muerte anunciada, y a los pocos días falleció el Gabo, justo a pocos días de mi cumpleaños. Fue una noticia triste, yo siempre quise viajar a donde él vivía a llevarle uno de los cuentos que yo había escrito como agradecimiento por todo lo que él había hecho por mí sin saberlo; me había enseñado a leer cuando leí Cien años de soledad a los 16 años; gracias a él me convertí en un lector de verdad, descubrí la magia de la literatura y hasta el día de hoy sigo dedicándome a eso, haciendo ahora un doctorado en Literatura Latinoamericana. Te agradezco el enlace que me has pasado. ¿Me podrías dar tu correo? Quisiera compartirte el cuento que hice para García Márquez. Asimismo, te comparto mi tesis por si quieres darle una ojeada, abrazos: cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/3949/Raffo_rg.pdf?sequence=1&isAllowed=y

@@biorges1 Gracias por compartir tu tesis! La pluma de Gabo nos abrió a tantos mundos inimaginables. Fue un privilegio que García Márquez convirtiera a Ciudad de México en su casa. Aquí se le quería pero al mismo tiempo se respetaba su privacidad. Cuentan que esa fue una de las razones por las que decidió establecer su residencia aquí, y que además quería morir en México porque, conocedor del carácter laico del Estado mexicano, no le harían actos religiosos. ¿De dónde eres? abrazo!

@@sofiamiga Gracias por responderme, te acabo de mandar el cuento a tu correo y a ver si nos comunicamos más por ese medio. Soy de Lima-Perú, te mando un gran saludo, ¡te cuidas!