El don hermoso de la fe que hemos recibido, qué alegría sabernos amados por Dios. Queridos hermanos que siempre seamos transmisores de esa fe que la Madre Iglesia nos ha transmitido. Dios los bendiga y la Madre de Cristo los cubra con su maternal amor, que nos lleva siempre a Jesús. Dios bendiga a nuestro amado Papa Francisco siempre, en especial por haber compartido con nosotros en Panamá.