El testimonio de Stella Maris Frías es otro caso emocionante. Con un diagnóstico de esclerodermia y dermatomiositis que llegó a un estadío muy avanzado.
Stella bajó más de 30 kilos por falta de apetito y porque no podía abrir la boca para comer. Además, sus manos se fueron endureciendo a causa de la enfermedad, imposibilitado llevar adelante con normalidad su vida diaria. A pesar de probar con diversos tratamientos, fue debilitándose cada vez más.
Después de reiteradas internaciones y episodios de neumonía, ocasionados por el impacto de su condición en el sistema inmunológico, sus pulmones colapsaron y llegó a necesitar una traqueotomía. También le colocaron un botón gástrico para poder alimentarla.
En ese momento, por recomendación de su hija, decidió hacer la consulta con el Dr. Crescenti y comenzar el Tratamiento Inmunomodulador Crescenti.
Una semana después ya había salido de la internación y a los 20 días había recuperado el habla y la deglución. Pocos días después comenzó a mover las manos y recuperar autonomía. Cuatro meses después de comenzado el tratamiento Stella se sentía saludable y había recuperado peso, por lo que ya no necesitó el botón gástrico.
Hoy en día no solo puede comer, bañarse y hacer las tareas cotidianas sin ayuda, sino también criar a su hijo de 4 años con alegría y vitalidad.