En esta conferencia se muestra la ciencia arqueológica en tanto disciplina que estudia los cambios sociales de nuestro pasado humano. Esto es ejemplificado a partir de los trabajos realizados en el sitio arqueológico de Nueva Esperanza.
El sitio arqueológico de Nueva Esperanza está ubicado en una terraza natural que cubre alrededor de 22 hectáreas. Esta localizada en la vereda El Charquito, en el municipio de Soacha, Cundinamarca. Allí fueron encontradas evidencias de ocupación humana sedentaria asociada a grupos muiscas y sus antecesores, quienes la ocuparon desde el año 400 a. C. (por lo menos) hasta poco antes de la llegada de los españoles. Los antiguos habitantes vivieron en casas circulares y rectangulares de diferentes tamaños, las cuales fueron reutilizadas, ampliadas y modificadas a lo largo de varias generaciones. Asociadas a ellas se encontraron zonas de cultivo o pequeñas huertas, enterramientos, áreas de esparcimiento y talleres para la elaboración de textiles, cerámicas y artefactos en roca, entre otras que perduraron alrededor de 2.000 años. Los arqueólogos han evidenciado que en Nueva Esperanza la vida cotidiana estuvo relacionada, a lo largo de ese tiempo, con singulares dinámicas de crecimiento y decrecimiento poblacional. Sus habitantes también usaron objetos provenientes de otras regiones arqueológicas del actual territorio colombiano, lo cual ha permitido inferir que los antiguos pobladores de Nueva Esperanza estaban conectados a extensas redes de intercambios de productos.