Consultas: abogadosdivorc...
Ya hemos hablado en muchas ocasiones de la conveniencia de llegar a un acuerdo en los procesos de separación o divorcio.
Por ello hemos de intentar hacer un esfuerzo para acercar posturas.
No olvidemos que algo que se ha decidido en común, es más fácil de cumplir.
Acordar es ceder, así que las dos partes deben de transigir. A veces la propuesta del otro no es tan mala, o admite matizaciones, o un término medio.
Vuestros hijos agradecerán la inexistencia de tensiones, o las mínimas posibles.
Vuestra principal misión es proteger a los menores y buscar su beneficio.
Decidido que queremos llegar a un acuerdo, ser lo más realistas posible en cuanto a vuestra situación personal y laboral. Revisar vuestros horarios y disponibilidad.
Así como vuestras circunstancias económicas.
Pretender adjudicarse un inmueble que no se puede pagar es un error, igual que pretender el uso de la vivienda familiar con unos elevados gastos que no podemos asumir.
Aferrarse a los inmuebles no es beneficioso, más vale vender la casa, y que ambos tengáis dinero para comprar otra. Los adultos y los menores, nos adaptamos a los cambios.
Ser muy conscientes del modelo de custodia que queréis para vuestros hijos, y si podéis asumirlo, a veces es mejor calidad que cantidad. Los padres no tenéis derecho a estar con los hijos, sino estos a permanecer en vuestra compañía.
Tened en cuenta que es imprescindible la presencia de ambos padres en la crianza y educación de los hijos.
Un mutuo acuerdo es un traje a medida, por ello establecer horarios de entrega y recogida de vuestros hijos, compatibles con vuestros horarios, sobre todo en periodos vacacionales. Es más fácil hacer el intercambio, por ejemplo, el día 30 de junio a las 20 horas, que el 1 de julio a las 10 horas, ya que puede ocurrir que en dicha fecha estemos trabajando, y no podamos realizar el intercambio personalmente.
No vayáis en contra de vuestros propios actos, si vuestros hijos hacían determinadas actividades extraescolares, no tratéis de limitarlas o eliminarlas en el divorcio, ello claro está si vuestra economía lo permite. Lo mismo con los cambios de colegio, recordar que en su día estuvisteis conformes con la elección del mismo.
Misma idea en cuanta cuestión religiosas o de salud.
Ya sabéis que me encuentro a vuestra disposición para aclarar todos estos temas a los que hemos hecho referencia.
Begoña Cuenca Abogada de Familia en Zaragoza.