Se denomina Síndrome metabólico a la situación clínica en la que se dan al menos tres de las siguientes alteraciones: obesidad abdominal, hipercolesterolemia, trastorno de los lípidos en sangre (colesterol-HDL bajo y aumento de la concentración de triglicéridos), alteración del manejo de la glucosa (hiperglucemia), y aumento de la presión arterial.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT 2006), 70 por ciento de los habitantes en México tiene sobrepeso u obesidad; la prevalencia de hipertensión arterial es del 30.8 por ciento y de la diabetes del 7 por ciento. Debido a estos altos porcentajes es importante señalar sus complicaciones, así como las del Síndrome Metabólico tales como las enfermedades cardiovasculares , pues son la primera causa de muerte en el país, por lo que no debe sorprender que la prevalencia de este síndrome sea mayor en México que la observada actualmente en Estados Unidos.
Para diagnosticarlo es necesario realizar una prueba de tolerancia a la glucosa con insulinemia, o curvas de glucosa e insulina para medir los niveles en la sangre. Aunque presentes en la minoría de los casos, también hay algunos signos físicos que ayudan a determinar si una persona tiene resistencia a la insulina, como la acantósis nígrica (marca oscura, como una mancha, alrededor del cuello y en los pliegues del cuerpo: axilas, detrás de las rodillas, etc.), y conocer la medida de la cintura del paciente (el límite en la mujer son 88 centímetros, y en el varón son 102 cm).
En Diálogos en confianza los especialistas nos explicarán qué es el Síndrome metabólico, cuáles son los factores de riesgo, y, lo más importante, qué cambios debemos realizar en la vida cotidiana para prevenirlo.
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