Como Cristianos Católicos, el pueblo de Dios, debemos orar por nuestros Sacerdotes, por su seguridad y su santificación. Es algo necesario y conveniente para la humanidad ya que en la medida en que tengamos Sacerdotes santos, en esa medida tendremos la guía para que la sociedad se desarrolle teniendo como fundamento los principios evangélicos, los valores y virtudes cristianas, que nos permitirán lograr la salvación eterna de nuestra alma y conducirnos en esta vida con ética, moral y justicia.
También debemos orar y pedir a Dios Nuestro Señor para que hayan más vocaciones sacerdotales, necesitamos muchos Sacerdotes santos porque mientras más Sacerdotes tengamos, más ovejas del pueblo de Dios tendrán la bendición y presencia de JESÚS EUCARISTÍA, también tenemos que implorar a la Madre de Dios y madre nuestra, la Santísima Virgen María, su intercesión por la Santificación de sus hijos los Sacerdotes, que los cubra maternalmente con su manto para que los libre de todas las asechanzas del demonio, de todo mal y peligro.
Ya desde el siglo V la rosa era ya considerada símbolo de la Virgen María; por tanto la veneración a la Rosa Mística se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Y dando un salto en el tiempo podemos ver también cómo dentro de las Letanías Lauretanas (1587) se incluye el título de María Rosa Mística en honor a la Santísima Virgen.
En la primavera italiana de 1947, Pierina Gilli habla de que allí, en Montichiari, se le manifiesta la Santísima Virgen con la conocida imagen de las tres rosas enganchadas en su pecho y con una actitud llena de amor.
María Rosa Mística es el nombre con el que la Virgen se manifestó a Pierina, según su relato. Aparición que aún no ha sido aprobada por la Santa Iglesia Católica. Sin embargo la devoción a la Rosa Mística se tiene como válida, pues la Iglesia venera a la Virgen María bajo la advocación de la Rosa Mística.
Se ha considerado como la Advocación Mariana que protege especialmente a los Sacerdotes, es por esto que acudimos a Ella especialmente en esta ocasión.
¡Santa Virgen María ruega a tu hijo Jesús por los Sacerdotes y por Nosotros!
Gracias Madre Santa por tu intermediación