AMAIA ORMAETXEA Y RAQUEL MORENO. Pocos días después de que Francia celebrara en Normandía el 80 aniversario del desembarco de las tropas aliadas que liberaron al país de los nazis, la ultraderecha francesa de Marine Le Pen arrasaba en las elecciones europeas. Consiguieron 30 de los 81 escaños que tiene Francia en el Parlamento Europeo.
A raiz de este resultado, el presidente de la república, Emmanuel Macron, decidió adelantar las elecciones legislativas de forma inesperada.
Y este adelanto electoral ha desatado un auténtico terremoto político en el país.
La derecha tradicional atraviesa un cisma interno. Su líder, ERIC CIOTI, ha sido destituído después de que se mostrara a favor de pactar con Agrupación Nacional, el partido de Le Pen, echando por tierra la estrategia de arrinconar a la extrema derecha que los conservadores galos han mantenido durante décadas. Cioti se niega a dejar el cargo y el miércoles llegó a encerrarse en la sede de su partido.
En la ultraderecha también ha habido cambios. La sobrina de Marine Le Pen, Marion Merechal, que concurrió a las elecciones al frente de otra formación, aún más radical que la de su tía, Reconquista, ha sido expulsada del partido por su líder Eric Zemour, después de que se pronunciara a favor de pactar una alianza con Agrupación Nacional.
Parecer ser que los intentos de la derecha y la ultraderecha francesa de crear una alianza electoral que sume a todos los partidos de este espectro no saldrá adelante. Todo lo contrario ha ocurrido con la izquierda, que avanza hacia una candidatura conjunta.
La primera vuelta de las legislativas francesas se celebrará el 30 de junio.
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