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#Futbol #Goles #Deportes
En el futbol actual, el balón parado es una de las principales herramientas que utilizan los entrenadores para inclinar la ventaja a favor de sus equipos, casi la tercera parte de los goles en el mundo, caen de esta manera, es por eso, que intentar sorprender al rival con una buena táctica fija, es una prioridad moderna.
Hoy te vamos a mostrar un polémico gol de tiro de esquina que le ha dado la vuelta al mundo, especialistas arbitrales siguen debatiendo si fue o no fue legal la manera de cobrarlo, de lo que sí estamos seguros, es que será uno de los goles más extraños que hayas visto en tu vida, ¿quieres ver qué fue lo que sucedió?, ¡Acompáñame a averiguarlo!
Durante un partido de la MLS en 2015, el New York Red Bull visitaba al Chicago Fire, al inicio de la segunda mitad, los neoyorkinos perdían el encuentro 2-1, así que el entrenador Jesse Marsch, decidió echar mano de una jugada de “laboratorio”, y le pidió a su jugador Lloyd Sam que en el próximo tiro de esquina, moviera muy levemente el balón y le dejara en claro al árbitro asistente que la pelota ya había sido jugada e inmediatamente se retirara de ahí para dejarle a un compañero cobrar el corner.
Con esto, toda la defensa de Chicago Fire cayó en el engaño, y no se percató de que el balón no estaba en juego cuando se acercó el futbolista Sacha Kljestan, le pidió autorización al asistente, quien en una especie de complicidad tácita, le dijo discretamente al jugador del Red Bull que podía mover el balón a su antojo, así que en lugar de mandar un centro, tomó el esférico y lo condujo hasta los linderos del área, donde le dio un pase de gol al defensor Ronald Zubar para que sólo la empujara a las redes ante la mirada incrédula de todos los jugadores del Chicago Fire quienes no podían entender lo que sucedía.
Pese a los reclamos de los locales, el árbitro dio por bueno el gol cuando corroboró con su asistente que el balón había sido jugado por Sam en un primer momento, para habilitar a Kljesten, pero nadie se percató de la acción, sobre todo porque los jugadores del Red Bull tenían que aparentar que la jugada estaba muerta, pero no porque lo estuviera, sino simplemente para engañar al rival, tal como sucedió.
Según algunos expertos Sam tocó el balón dos veces, por lo que no debió de haber contado la acción, pero lo que argumentan quienes consideran que la acción fue legal, es que el primer toque fue sólo para acomodar el balón, pues no se puede acomodar un esférico en la zona del corner sin tocarlo, y no fue hasta el segundo contacto cuando el balón ya estaba en juego, e incluso, los futbolistas del New York explícitamente se lo notificaron al asistente, como para que no hubiera duda alguna al respecto.