Cuando la estación lluviosa está a la mitad, los frutos del morro o jícaro comienzan a salir como pequeñas vesículas en el árbol. Con el tiempo, crecen hasta adoptar formas esféricas, ovales o de pera y, al madurar, son cortadas.
Los morros crecen entre los troncos, algo que no es común pues la mayoría de los frutos es un apéndice de las ramas. De ellos, los agricultores pueden extraer una harina, muy beneficiosa para el ganado, según explican algunos sitios en internet sobre este árbol.
También es una bebida muy nutritiva y apreciada para el consumo humano. La gente la llama comúnmente horchata de morro, la cual se hace con las semillas del fruto.
Pero quizás el uso más conocido en El Salvador es convertir los morros en huacales, vasos y cucharas. De su cáscara también hacen juguetes de todo tipo.