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Existe un antiguo mito ligado a las frías y oscuras estrellas de fábula situadas en el borde del Segmentum Obscurus sobre una antigua guerra sin nombre recordada que se libró en las profundidades de la historia del Imperio de Warhammer 40k. Estas se llaman las estrellas ghoul o necrófago.
Esta guerra fue inigualable en ferocidad, y tan terrible que toda mención a ella ha sido eliminada de los registros imperiales, salvo quizá algunas referencias fragmentarias en los archivos más restringidos de los Santos Ordos, los ciclos de ciertas sagas de batalla Astartes y antiguos artículos de datos del Mechanicus.
Este mito, desacreditado y descartado por muchos perseguidores del trasfondo oscuro, se ha convertido en la obsesión de muchos entre la facción feanonita. Buscan tanto la posibilidad de un poder supremo como una apoteosis de sus propios deseos en los antiguos secretos que quedaron de aquella guerra.
Fragmentos dispersos de historias atesoradas por herejes y otras fuentes apócrifas hablan de un gran y terrible conflicto, estallado según algunos relatos a mediados del 32º Milenio, una legendaria época de anarquía para el Imperio posterior a la herejía. Según la leyenda, un extraño artefacto un vasto artilugio laberíntico aparentemente hecho de polvo y magnetismo fue encontrado por los Exploradores en algún lugar de las profundidades de las Estrellas de Halo o Ghoul, más allá de lo que entonces se conocía como la Expansión del Cáliz (aunque otras fuentes lo sitúan en la temible región de Mandrágora o incluso tan lejos como los Confines de Unbeholden). Designaron a este gran y misterioso artefacto como la "Bóveda del Eco".
Este vasto artefacto tal vez una embajada de un reino desconocido de la existencia desencadenó una ola de horror nunca antes vista sobre una humanidad desprevenida y desprevenida. Las xenoformas que arrasaron sin piedad, si es que en verdad se las puede llamar así, eran criaturas de un terror tan abominable que en los registros sólo se las conoce de forma oblicua como "los desgarradores". Estas entidades desobedecían las leyes físicas conocidas, y la sola proximidad a ellas bastaba para matar o volver loca a la mente desprotegida. Los desgarradores arrasaban sin piedad todo lo que encontraban a su paso, y ninguna fuerza podía hacerles frente. En unos pocos años, la muerte de un millar de esferas habitadas tanto humanas como xenos recayó sobre ellos, junto con pérdidas sin precedentes para el Adeptus Astartes y las fuerzas líderes de la Inquisición que intentaban infructuosamente detenerlos.
Según una versión de la leyenda favorecida por los herejes oscuros, al final los Santos Ordos descubrieron que sólo una fusión de arqueotecnia y hechicería podía contener a los Desgarradores para que el Imperio pudiera atacar, aunque con un riesgo supremo para los Inquisidores que los empleaban.
Tras sufrir la derrota, los Desgarradores huyeron de vuelta a través de los cadáveres de mundos muertos hasta la Bóveda del Eco, donde se dice que el Mechanicus empleó un arma prohibida de la Era Oscura de la Tecnología para destruir su punto de apoyo y sellar la brecha entre dimensiones por la que habían pasado. Siendo el final de estos en las estrellas ghoul.
Tan terrible fue el conflicto y sus implicaciones que, posteriormente, todos los registros del mismo fueron borrados de las historias imperiales, y sus rastros restantes prácticamente se perdieron en los turbulentos años que siguieron*. Algunos adeptos herejes señalan el repentino debilitamiento del poder imperial en aquellos días olvidados y los vastos desiertos de mundos sin vida de la Franja oriental como prueba de la existencia de la Bóveda del Eco.
La mayoría (incluidos muchos miembros de los Santos Ordos de Warhammer 40k) desprecian esta leyenda por considerarla un invento, una interpretación errónea o una mentira diseñada para ocultar otra verdad más oscura.
Sin embargo, en los últimos años, algunos miembros de la Cábala Tiránida de Calixia han establecido paralelismos entre esta leyenda desacreditada desde hace tiempo y el fenómeno conocido como Komus, la Estrella Tiránida, mientras que otros prefieren una explicación diferente del mito: una interpretación errónea de una incursión del Caos, una fisura factorial de corta duración o incluso una colmena precursora tiránida olvidada hace mucho tiempo.
Algunos de los pocos que conocen la historia se preguntan si en algún lugar de la inmensidad de su otro reino silencioso, alejado tanto del espacio real euclidiano como de los mares empíreos de la urdimbre, los Desgarradores aún esperan pacientemente a que llegue su hora de regresar...
Un saludo y espero que os guste este vídeo sobre las estrellas Ghoul.