Рет қаралды 24,704
Cada día, al romper el alba, Tito se posicionaba en lo alto de la colina, sus ojos recorrían el terreno con una calma inquebrantable. Los animales más jóvenes, caballos veloces y carneros astutos, no comprendían por qué el viejo granjero confiaba la seguridad de la granja a un burro viejo y descolado. #angelruiz #cuentoparadormir #cuentos