En un recóndito rincón de los Andes, una abuela llamada Kunturi cuidaba de su nieto, Llariku, mientras su hijo trabajaba en una ciudad distante. Cada noche, Kunturi deleitaba a Llariku con sus cuentos, iluminando la habitación con un viejo mechero. Un día, mientras contaba una leyenda, el mechero comenzó a parpadear y un extraño sonido resonó. A pesar de las plegarias de la abuela, el ruido persistió y la puerta se abrió de golpe. Después de minutos de terror, al amanecer, descubrieron unas alas de polilla en la habitación.
Kunturi y Llariku se dirigieron al panteón de la localidad, donde descubrieron que la tumba del esposo de Kunturi, Don Lucho, había sido profanada. Los huesos estaban esparcidos, evidenciando el robo de sus joyas y su chuspa de vicuña. Los vecinos ayudaron a sepultar nuevamente los huesos. Mientras salían del panteón, llegó Doña Matilde Charaja, quien anunció la muerte de su hijo, cuyo cuerpo habían rescatado del río. Al colocar el cuerpo en la orilla, cayeron los anillos de Don Lucho de los bolsillos del joven, revelando su culpabilidad. Kunturi perdonó al joven y pidió que su alma descansara en paz.
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Narración: Tomás Czavala
Escrito: Tomas Canqui zavala
Edición y música por: Tomas Czavala
Autor: TCZ & TYM Illari Tv