Sin ir muy lejos, podría haber nombrado a su esposa!!! Pero estimo que en este tipo de entrevistas, una persona cae fácil en 2 lugares comunes: 1) Nombrar a sus 2 o 3 influencias más importantes. Quizá para un hombre, son hombres (y quizá para una mujer es al vesre). Algo que puede cambiar con buenas profesoras!!! 2) Citar a los amigos, como muestra de afecto o favor. Les pasa a todos, incluyendo a la gente más trascendente. Siga adelante profesora, que gracias a los libros descubiertos en el colegio comenzó mi amor por la literatura. Usted cumple una tarea fundamental en la vida de todas esas cabecitas, ansiosas por llenarse y empezar a moverse por cuenta y satisfacción propia. Mis mejores deseos y todo el respeto del mundo. Nota: Me costó acercarme a mujeres escritoras, como a todos los hombres. Por prejuicio, falta de empatía y un el machismo subterráneo que vive hasta en los más honestos y bien intencionados. A mí me rescataron las escritoras de sur estadounidense. A un amigo, Clarice Lispector. A otros, las escritoras argentinas o las que escribieron clásicos durante el siglo XIX. Mi vecino conoció a Hebe Uhart en una plaza y nunca más la olvidó. No deje de intentar querida profesora, porque podrá romper todas las barreras. Es difícil y frustrante casi todo el tiempo, pero como decía mi abuela: "A calza corta, agujeta larga".