Lucía estuvo a punto de morir asesinada por su marido. Tras 30 años de malos tratos, sólo su fortaleza física hizo que saliera del coma. Años después relata su experiencia con dolor y también con esperanza: pretende que su testimonio ayude a otras a mujeres a salir del infierno de la violencia de género.
Lucía es una de las protagonistas de nuestro reportaje. Trabaja en Cailu, una empresa de serigrafía que da empleo a mujeres víctimas de malos tratos y con discapacidad como consecuencia de las agresiones sufridas. Hablamos de esa empresa y de las dificultades por las que atraviesa. La crisis podría provocar su cierre.
Y hablamos con Pepi, mujer sorda y también víctima de violencia de género. Su historia muestra las dificultades de las mujeres con esta discapacidad para denunciar. Ella encontró ayuda en la asociación granadina ARAMUS.
María acaba de denunciar a su marido. Protegiendo su identidad por razones de seguridad, la acompañamos en su primera visita al psicólogo.
Lucía, Pepi y María son tres de las 400.000 mujeres que cada año sufren violencia de género.