www.totssants.com
Si un día montas una banda para tocar tus canciones, me apunto. Eso es lo que le dijeron hace años los amigos a Gonçal Planas. Sus amigos son buenos músicos: tocan en Standstill, Love of Lesbian, Egon Soda. Baterías, bajistas y guitarristas que en Mi Capitán juegan a cambiarse los papeles para acompañar a un frontman total.
Hace muchos años que Gonçal es parte de la escena de la música de Barcelona. Le conoce todo el mundo, aunque no es de la ciudad. Es de un pueblo del cinturón industrial del que se fue muy joven a través del rock, primero girando como técnico de sonido de Sidonie, luego de una lista interminable de grupos. Ha crecido conduciendo furgonetas, al mando de la mesa de sonido, haciéndose cargo de las cosas de las que hay que hacerse cargo en la carretera. De gira perpetua con sus amigos. Exactamente la vida que quería vivir y que ahora es la materia prima de sus propias canciones.
A su música preferida, Gonçal Planas le pide diversión, placer y algo de peligro. Y por eso Mi Capitán es una banda de rock de las de sota, caballo y rey. Pero conseguirlo no es tan fácil. No todo el mundo es tan convincente manejando el lenguaje de los riffs y los estribillos que se pegan. Para hacerlo bien hay que creérselo. Y Mi Capitán es un grupo de creyentes y para creyentes.
Sus amigos le empujaron a ponerse bajo el foco y ahora Gonçal les corresponde dando vida a un personaje, Mi Capitán, que es la sublimación del rock que le gusta. Un cantante que habla de vicio, de sexo y de pasarlo bien, un guitarrista que sólo toca la guitarra para hacer solos, cuando sabe que todo el protagonismo es para él.
De los días confusos de grabación en La Casa Murada guarda un recuerdo muy nítido. Ver a todo el mundo cargando instrumentos, cables y focos, y darse cuenta que por primera vez, era él quien se lo miraba desde el sofá. "¿Es eso lo que hacen los cantantes? Me gusta". Algunos ya lo sabíamos, pero ahora ya no es un secreto: ha nacido una estrella.