🔷 El Ferrari F40 no necesita presentación. Este superdeportivo atraerá miradas allá donde vaya mientras el automovilismo persista en la humanidad. Los niños de finales de los 70 y principios de los 80 estábamos enamorados del audaz Lamborghini Countach, pero para aquellos que llegaron solo un poquito más tarde, el Ferrari F40 fue el deportivo del que enamorarse. Es un modelo tan legendario además porque no solo estaba destinado a conmemorar el 40 aniversario de la firma italiana, si no que supondría el último adiós de Enzo Ferrari antes de su muerte en 1988.
🔶 No mucha gente sabe que este concepto nacería gracias a las entonces exitosas regulaciones FIA del Grupo B y Ferrari recurriría al preciosísimo 288 GTO para introducirse en la categoría de rallys más salvaje de todos los tiempos. Los italianos se vieron obligados a completar 200 ejemplares del modelo para que éste pudiese ser homologado, es una parte del reglamento que prácticamente todos sabemos. Bueno, pues cuando Maranello terminó de ensamblar todos los deportivos, el Grupo B había sido abolido por su supuesta peligrosidad. O eso nos trataron de vender los magnates desde sus oficinas, sentados en sus butacas de cuero shagreen y detrás de sus mesas macizas de caoba.
🔷 De este modo, Ferrari no tuvo más remedio que mitigar sus ambiciones por los rallys, pero terminaría vendiendo hasta 272 unidades del 288 GTO, o sea que el negocio no había ido tan mal a fin de cuentas. Ahora el problema era que un anciano y fatigado Enzo Ferrari estaba comenzando a vislumbrar el ocaso de su existencia. Il Commendatore estaba impaciente por ver materializar una de sus últimas obras.