Para crear el cuerpo del fósforo se descortezan troncos de árbol con una maquina que convierte las madera en hojas delgadas y se reducen a millones de palos o varillas de cerilla, de sección cuadrada o rectangular. Cada tronco alcanza para 400.000
Se impregna la serilla con un retardante que evita que las varillas de madera evitando que se quemen muy rápido para dar mas tiempo al ser utilizadas.
Se prepara una pasta inflamable con la que se baña la cabeza y se deja el cerillo secar lentamente en un horno, esta está compuesta por sustancias químicas (sulfuro de fósforo, clorato de Potasio, óxido de hierro o de cinc, vidrio en polvo), que puede ser diferente de un tipo de fósforo a otro, esta enciende el fuego y la parafina de las Varillas. Por esta mezcla es sumergida las puntas en forma continua creando la cabeza del Fósforo.
La cabeza del cerillo tiene una cera especial con una proporción mínima de pólvora, ya que no produciría llama a menos que haya algun tipo de fricción. Los procesos mecanizados permiten la fabricación por millones en poco tiempo.