Hay muchas cosas con las que no estoy de acuerdo con Nietzsche, pero su forma de enfrentarse al infortunio me parece la mejor de todas las posibles. La vida de Nietzsche estuvo llena de problemas, pero cuando se le preguntaba sobre ellos, respondía con pasión:
“A aquellos seres humanos que me preocupan, les deseo sufrimiento, desolación, enfermedad, malos tratos, indignidades; deseo que no permanezcan ajenos al profundo desprecio de sí mismos, la tortura de la desconfianza en sí mismos, la miseria de los vencidos: no tengo piedad de ellos, porque les deseo lo único que puede probar hoy si uno vale algo o no: que perdura "
Nietzsche creía que era afortunado por pasar por tantas penurias, y sentía lástima por sus semejantes, que vivían vidas más fáciles.
A sus ojos, el dolor no es solo una parte inevitable de la vida humana, sino un medio para construir una gran persona con tenacidad y capacidad de perseverancia. Al aceptar plenamente esta noción de que el dolor es una oportunidad de crecimiento, Nietzsche se enamoró de la idea de Amor Fati : amar tu propio destino.
Antes de aullar con furia porcina sobre detalles técnicos de los vídeos, te invito a que leas el siguiente decálogo:
fabiancbarrio.com/decalogo.html
La única rebelión posible es la personal. Cuando lo acepta, ese desgraciado individuo, conocido con el nombre de hombre, arrojado muy a pesar suyo en este rincón del Universo, es capaz de sembrar al fin algunas rosas en las espinas de la vida.
Soy Fabián C. Barrio, el viejo lesbiano que ulula sobre una roca en mitad del Mediterráneo. Escritor y viajero chipriota. Overlander majestuoso. Hablo para vivir. Soy el Alcalde.
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