Рет қаралды 1,551
Maqueta expuesta en el concurso de Maquetas de Fallas de Nuevo Centro en 2019, València. 4º premio.
Lema: ¿Dónde está el país de las hadas?
Leyenda: Todo el mundo se ha hecho ésta pregunta alguna vez. Sobre todo en la infancia, aunque seguro que algún que otro adulto también piensa en ese supuesto mundo donde todo es maravilloso y no existen los problemas.
Aquí se plantea ese mundo imaginario, partiendo de un Reino de fantasía, el cual es colonizado por los hadas del bosque, y lo transforman en un lugar lleno de vida, color y mucho azúcar. En primer lugar, el castillo se ha transformado en dulce, sus ladrillos son de gominola y sus torres han pasado a ser de fresa. La Reina, asomada al balcón, observa que de todas sus plantas han surgido montones de caramelos, y no puede dejar de comer, mientras le es colocada la corona por las pequeñas hadas. Mientras, el guardián del castillo da la bienvenida a los nuevos habitantes del lugar, y hasta el dragón custodio se ha asomado por la puerta para agarrar con su lengua alguna chuchería.
Todo se ha llenado de golosinas, hasta tal punto que el carruaje real se ha convertido en una cesta repleta de caramelos y bombones. En él van montadas las herederas del Reino, que tampoco se privan de probar todos los manjares que posee. Los caballos se han transformado en unicornios cabalgados por los Reyes del dulce, que levantan del suelo el carruaje, mientras que los cocheros pierden su control y se dejan llevar por la fantasía y el olor a chocolate.
Los hadas adultos son los encargados de tocar los instrumentos y dar melodía al lugar, mientras que los bebés se dedican a jugar. Dos ángeles establecen la unión entre el Reino fantástico y el mundo de los duendes del bosque.
En la base del castillo tenemos personajes de lo más variopintos. Comenzando por la izquierda, donde están los niños de Murillo, que en éste caso, en lugar de comer melón y uvas, comen tarta y piruletas. También vemos la reacción de un refresco de Cola cuando se mezcla con las pastilla de unos conocidos caramelos, o unos toboganes por los que se deslizan multitud de hadas bebés. En la parte derecha, encontramos a un Pinocho muy particular, pero en ésta ocasión no amenaza a Pepito Grillo con su matamoscas, sino que le abraza cariñosamente, queriéndole cuidar. Un par de palets falleros, un octavo y un noveno premio, están rodeados de chucherías y felices, pues no les importa su bajo número, sino su amistad. Finalmente, encontramos al Rey del Caramelo, que surge de la fuente en la parte trasera del jardín del castillo, quien nos invita a un baño tan pringoso como empalagoso.
Ésta es la interpretación de un País de las Hadas cualquiera, de los muchos que existen en cada una de nuestras cabezas. La imaginación es nuestro mundo mágico particular; seamos niños o adultos, nunca dejemos que muera. Como dijo Neruda: ''El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta''.
Medidas: 75x96cm
Altura: 100cm
Música: MECANO - ¿Dónde está el país de las hadas?
CONTACTA CONMIGO:
GMAIL
raulillo.23101998@gmail.com
INSTAGRAM
eltallerderaulito