¿estáis a gusto siendo españoles?
Cuando estamos en el aeropuerto de barajas, y hay huelga de controladores, la españolidad se nos va por los poros.
Mientras decimos cosas como: me cago en la puta que asco de país tercermundista de mierda, esto sólo pasa en España, qué asco de España, estoy hasta los huevos de España.
Eso sí luego coges un avión, vuelas a Estambul con tu viaje soñado para el puente, y cuando para cenar te ponen un kebab y un yogurt agrio, ahí vuelve la españolidad cuando dices: como en España como en ningún lado, de verdad.
No tenemos letra en el himno de España.
Seguro que te vas de acampada y llega tu madre, llévate una rebequica Luis por si refresca.
Pasaremos la noche en la casa maldita.
¿alguien sabe por qué la llaman maldita?
Susan, Susan, Susan
¿qué sucede Susan?
No nada, que me pareció escuchar algo.
A mí me da verguenza del más allá español, que parece que están en preescolar de espiritismo.
Será mejor que nos separemos para investigar.
Un español con una piedra o un palo ya se siente más valiente.
Un español el máximo humbral de pánico que soporta es estar acostado y ver una silla con ropa y dice hostia, hay alguien. Que se te pone el corazón en la boca.
Lo primero que hace un asesino sanguinario cuando entra en una casa es buscar una silla.
El español no solo es cobarde sino que además es gilipollas.
Valiente, Valiente, valiente si señor, valiente gilipollas es el español.