En la tranquila tarde de un día soleado en Jerez, Zacatecas, el aire estaba cargado de una mezcla de emoción y nerviosismo. Alma Coronel, una mujer de mirada penetrante y espíritu decidido, junto con su hermano James Coronel, un hombre de aspecto sereno pero con una fuerza interior palpable, se dirigían hacia la casa de Alí Sabag. Alí, un hombre de origen libanés, había decidido establecerse en Jerez para emprender un nuevo capítulo en su vida.
Al llegar a la casa de Alí, notaron un aire de expectación en el ambiente. La fachada de la casa, con su estilo colonial y toques de la cultura libanesa, parecía acoger secretos ancestrales y misterios por descubrir. Mientras Alma y James atravesaban el umbral, una sensación de energía eléctrica parecía vibrar en el aire, como si el destino estuviera a punto de revelar algo trascendental.
Sin embargo, su visita se ve interrumpida por la noticia repentina del fallecimiento de Alí. Conmocionados por la noticia, Alma y James sienten una extraña sensación de inquietud mientras se sumergen en la atmósfera cargada de la casa. Pronto, empiezan a notar fenómenos inexplicables: objetos que se mueven solos, luces que parpadean sin explicación y susurros en el viento que parecen llamar sus nombres.
A medida que exploran la casa en busca de respuestas, se ven envueltos en una telaraña de misterios y secretos ancestrales. ¿Qué conexión tenían Alma, James y Alí? ¿Qué secretos escondía la casa y qué mensajes trascendentales querían transmitirles a través de estos fenómenos inexplicables?
En la casa de Alí Sabag, los límites entre lo mundano y lo sobrenatural se desdibujan, y Alma y James se ven envueltos en una experiencia que desafía su comprensión del mundo y les obliga a enfrentarse a sus propios miedos y creencias.