Joaquín Sorolla y Bastida es conocido principalmente por su estilo impresionista, aunque su obra también incorpora elementos de otras corrientes artísticas, es famoso por su uso magistral de la luz y el color. Sus pinturas a menudo capturan la luz natural de manera brillante y vibrante
Sus obras frecuentemente representan escenas de la vida cotidiana, paisajes marinos y playas, así como retratos. Le gustaba pintar al aire libre, lo que le permitía captar la luz y el ambiente de manera más directa.
Utilizaba pinceladas sueltas y rápidas, características del impresionismo, pero también mostraba una gran formación artística, con un dominio magistral de la técnica pictórica clásica, que no siempre tenían otros pintores de esta corriente.
Aunque Sorolla debe ser clasificado como impresionista, también es definido como miembro del “Luminismo”, su estilo es único y no se ajusta completamente a ninguna etiqueta. Su enfoque en la luz y el color lo asemeja a los impresionistas franceses como Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Edgar Degas, Édouard Manet, Camille Pissarro, o Berthe Morisot, pero su técnica y temas también muestran influencias de otros movimientos y corrientes clásicas como Diego Velázquez al que admiraba profundamente.
Al igual que los impresionistas, Sorolla se enfocaba en capturar momentos fugaces y la luz natural. Sus pinceladas sueltas y su uso del color también son características impresionistas.
Pero a diferencia de muchos impresionistas, Sorolla a menudo pintaba en grandes formatos y con pinceladas extensas, pero a la vez precisas y con gran soltura, lo que demuestra un profundo conocimiento académico, y un nivel de detalle que no siempre se encuentra en las obras impresionistas. Además, su paleta de colores es más brillante y su tratamiento de la luz es más intenso.
Sorolla es un artista que, aunque comparte muchas características con los impresionistas, ha desarrollado un estilo propio que lo distingue dentro del panorama artístico.