Mucho tiempo pasó…
Ayer, Fredi Galo me permitió no solo conocerle en persona, sino también a su esposa, su casa en Paysandú. Poder volver el tiempo atrás…Allí estaba, inmaculado, robusto, fuerte, imponente…Me quede abrazándolo por un buen tiempo, el tiempo equivalente a mi infancia, el tiempo equivalente a mi adolescencia, un buen tiempo, un tiempo interminable…
Si mis amigos…Fue increíble, estuve con el auto más caro y tecnológico del año 1995, McLaren F1, también un Lamborghini Diablo, una Ferrari F50, un Rolls-Royce, un Bentley, también, muchos otros autos, barcos, aviones y helicópteros…Nada me hizo emocionar tanto como prender y acelerar el viejo GMC de la ONDA de mi Padre…Él 331, increíblemente después de tantos años lo puedo volver a ver y escuchar…Gracias a Fredi Galo su actual dueño que lo cuida muchísimo y mantiene vivo…Se que no es nada fácil, es caro y lleva tiempo.
Yo me decía en voz baja :
- Estoy aquí, estoy aquí, papá!
“Les agradezco que hayan leído hasta acá… Solo para recordar a mi padre, Juan Antonio Mateu Noé, Piloto conductor de la ONDA nave y que me hayan dado la oportunidad de contarles un poco más sobre él. Sé que se hubiera sentido honrado de saber cuántas personas realmente se dedicaron a leer este posteo por él”.
Fredi, me diste una nueva inyección de vida, una Quimioterapia más, increíblemente, nos pudimos conocer, conectar, no solo compartiendo una enfermedad, sino también la pasión por todo vehículo motorizado. Valió la pena cada Km recorrido hasta la Heroica para este encuentro, que de ahora en más será más frecuente.