El miedo se habría apoderado de nuestros antepasados ​​hace miles de años cuando de repente oscureció a una hora brillante del día. Algunas culturas pensaron que un dragón atacó al sol, otras creyeron que era el diablo. ¡Hubo quienes pensaron que esto sucedió porque enojaron a los dioses, y hubo quienes creyeron que un animal estaba tratando de comerse el sol! Tenían una eterna creencia de que cuando hacían sonidos gritando o golpeando varios objetos u ofreciendo sacrificios a los dioses, se acabaría. Muchos misterios, que eran desconocidos en tiempos arcaicos y que se pensaba que eran un gran poder divino, fueron explicados por el desarrollo de la ciencia. Las tierras de Anatolia también fueron testigos de uno de estos misterios, cuyo misterio se resolvió recientemente. Hoy, en las Primicias de Anatolia, les contaremos la Antigua Ciudad de Hierápolis, que dejó su huella en un período con su misterio y estructuras extraordinarias.
Hierápolis fue fundada durante el Reino de Pérgamo. Además de las imágenes fascinantes de las piscinas blancas de cuento de hadas, o travertinos, que tardaron miles de años en formarse, sus aguas también eran curativas. Hierápolis, es decir, la antigua ciudad de Pamukkale, que se encuentra hoy en día en Denizli, siempre ha sido una ciudad importante y popular desde el período helenístico. Es a la vez el centro de las rutas comerciales y una ciudad helénica líder en el campo del arte y el turismo. Hay muchos templos construidos en nombre de Cibeles, Apolo, Dioniso y muchos otros dioses en la ciudad. Por eso se llama "Hierápolis" que significa "ciudad sangrada". Durante el Imperio Romano, fue la capital de la región frigia. Hierópolis también se convirtió en un centro muy importante durante el período bizantino. Aunque inicialmente la ciudad no estaba entusiasmada con la aceptación del cristianismo, más tarde desempeñó un papel importante en la difusión de la religión. Por ser la ciudad donde fue asesinado San Filipo, uno de los doce apóstoles de Jesús, posteriormente fue declarada centro religioso.
Hierápolis es un importante centro turístico. Se sabe que los emperadores romanos visitaban la ciudad al igual que la gente común. Porque hay una cueva en Hierápolis, que en la antigüedad se consideraba como una puerta de entrada a la tierra de los muertos.
Dado que las criaturas que ingresaron a esta cueva murieron, este lugar se conoce como la "Puerta del Infierno", luego el Santuario de Plutonium. Aquí es donde surge el misterio de Hierápolis. Los hechiceros y los sacerdotes paganos se dan cuenta rápidamente de la fascinación del hombre por lo desconocido y lo inexplicable. Esta cueva se convierte en un lugar donde pueden mostrar su fuerza y ​​demostrar que son intocables. Porque los sacerdotes entrarían en la cueva acompañados de pájaros y toros, pero solo ellos sobrevivirían y los demás seres vivos morirían. ¡Fue un evento increíble para la gente de esa época, que no podía entender el eclipse solar! Los sacerdotes desafiaban formalmente a los dioses de la muerte y la muerte. Los sacerdotes, sin embargo, sabían que había una gran cantidad de dióxido de carbono en el interior. Hace unos años, los científicos descubrieron que al amanecer en esta cueva, la tasa de dióxido de carbono subió muy alto y este gas se derrumbó en el suelo. Es por eso que las pequeñas criaturas como los pájaros morían de inmediato, y los toros primero eran aturdidos y luego envenenados con gas. Nadie sabía que los sacerdotes que estaban dentro pudieron salir vivos de esta cueva manteniendo la cabeza erguida y sin respirar el aire, pero gracias a la ciencia, hoy sabemos cómo se desarrollaron las cosas en la cueva.
Vamos a dar una pequeña nota sobre la cueva de inmediato. Los investigadores han determinado que la fuente de agua termal que crea los magníficos travertinos de Pamukkale se encuentra en esta cueva.
Hierápolis es la quinta ciudad antigua más grande de Anatolia. Es la ciudad antigua más visitada de Turquía con su calle principal de aproximadamente 1 kilómetro de largo, teatro antiguo, templos, fuentes monumentales y gimnasio. Conservando todo el esplendor de hace dos mil años, Hierápolis está incluida en la Lista del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO y deslumbra con sus extraordinariamente hermosos travertinos de Pamukkale.
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