Esta finca es un entorno singular en la Isla de Gran Canaria. A las faldas del pico de Osorio -el más alto del norte de la Isla-, este encantador espacio hace de barrera al mar de nubes creando un microclima idóneo para que las diferentes especies de árboles mantengan su firmeza. Esta finca de estilo romántico, que embruja a todo aquel que la pisa, te envuelve a través de sus emocionantes senderos que cumplen a la perfección la función de alimentar el alma. Todos los caminos te llevan a la perdición y evocan la duda de hacia donde van. Esa es su esencia. En este maravilloso espacio se pueden contemplar plantas y árboles de todo el mundo, que componen un bosque con tintes encantados, y donde nos paramos a analizar a tres de los árboles más singulares de Gran Canaria.