El Festival de Eurovisión nos acompaña desde que tenemos uso de razón y ya forma parte de nuestras vidas. Sin embargo, cegados por los focos, el carisma de sus intérpretes y la fastuosidad de la puesta en escena, seguramente no hemos visto la política que había detrás. Sus casi 70 años de vida reflejan la historia de un mundo que se ha reescrito más veces que cualquiera de las canciones que han participado. Eurovisión nació tras la Segunda Guerra Mundial y en plena Guerra Fría con el objetivo de generar una identidad europea común. Pero, con el tiempo, más que un espacio de hermandad, se convirtió en un campo de batalla en el que han tenido lugar férreas alianzas y rivalidades insalvables entre países y más de un estribillo con claro mensaje político. Aunque también sirvió para que los valores de Occidente se colaran a través del muro y hasta la URSS, Estados Unidos y África lo han intentado copiar, sin éxito. "Geópolis" repasa su historia para comprobar que su mayor eurofan es, sin duda, la geopolítica.