Esther Chumillas Moreno sufrió a los 13 años de edad una meningitis vírica que le provocó encefalitis herpética. Fruto de ello le quedaron graves secuelas muy limitantes (agnosia visual incapacidad cerebral para reconocer o comprender estímulos visuales hemianopsia homónima pérdida del campo visual o una epilepsia refractaria) que han condicionado su vida, pero que ha ido superando con determinación y coraje.
Hoy es maestra de Pedagogía Terapéutica en un colegio de Cuenca y disfruta de la vida junto a su marido Manuel y Juanma, su hijo. “No me considero una heroína” dice esta usuaria del Centro de ADACE CLM en Cuenca. Lo importante es vencer y afrontar las verdaderas barreras, “que son el miedo y la ignorancia”.
El trabajo de apoyo que prestamos en nuestro Centro de Atención Directa en la ciudad de la Casas Colgadas es posible gracias al respaldo que nos prestan el Gobierno de Castilla-La Mancha, la Fundación ONCE y la Diputación de Cuenca.
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