Entre cantos y maracas, con los rostros pintados de negro, Guarenas y Guatire, en el estado Miranda, Venezuela, rinden tributo a San Pedro, con una parranda colmada de alegría, fe, cultura y folclore.
Esta tradición venezolana es declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2013, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La Parranda de San Pedro cuenta la historia de la esclava María Ignacia quien al enfermarse su hija Rosa Ignacia de una fiebre muy alta que no cedía, elevó sus oraciones al Apóstol San Pedro para que intercediera por la vida de su pequeña, prometiéndole salir a bailar y cantarle en su día hasta su último suspiro, si San Pedro lograba hacerle el milagro de salvar a Rosa Ignacia.
Desde entonces, en Guarenas y Guatire escenifican esta leyenda, donde los parranderos se llenan la cara de betún, salen a las calles con trajes multicolores y trenzas largas bajo sombreros de paja, entonando cantos y bailes en su honor, escenificando la leyenda de la esclava María Ignacia.