Si el barrio se pone difícil, aparecen en escena los cuidadores menos pensados. Mirá este informe que te muestra lo que somos capaces de hacer por miedo.
La inseguridad es, sin dudas, uno de las grandes preocupaciones de los argentinos y quienes deben combatirla no toman cartas en el asunto. Ante esta situación, en cada barrio los vecinos recurren a paliativos inesperados.
Telenoche recorrió Wilde y Berazategui para presentarte a los Guardianes del Conurbano, personajes de carne y hueso que se transforman en los cuidadores menos pensados cuando la cosa se pone difícil.
En Wilde, se encuentra Marcelo, un prefecto retirado que se convirtió en vigilador privado. Es un hombre de plena confianza de los vecinos, quienes lo llaman hasta para que les abra y cierre el portón cuando llegan en auto a sus casas.
“Tengo un bastón policial, una pistola y cargador. Para marcar territorio, a los delincuentes hay que fajarlos”, describió el encargado de custodiar la zona.
En Berazategui quienes cumplen el rol de mantener el orden son las travestis de la zona roja. “Hace dos años, la idea de que se vayan parecía buena. De hecho, se fueron y empezaron a sucederse hechos de inseguridad, como robo de autos y entraderas. Cuando volvieron, nos dimos cuenta que ellas nos cuidaban porque se acabó todo. Ahora las defiendo a muerte”, relató un vecino.