El Lexus NX es un SUV de 4,66 metros de longitud, y en la gama de Lexus se sitúa entre el UX (4,49 m) y el RX (4,89 m). Tiene más equipamiento de serie y opcional que sus versiones anteriores, una gama de motores nueva y unas cualidades dinámicas mejoradas.
De serie, todos los NX tienen faros de ledes y el conjunto de elementos de seguridad llamado Lexus Safety System+. El nivel Executive añade la tapicería de cuero en vez de tela, calefacción en los asientos delanteros, cuatro cámaras en vez de solo una trasera, la pantalla táctil de 14” en vez de la de 9,8” con el sistema Link Pro en vez del Link Connect, cargador inalámbrico (para el teléfono) y portón eléctrico. El nivel Luxury es el de mayor cantidad de equipamiento porque a todo lo anterior suma los faros matriciales, la proyección de información sobre el parabrisas, los asientos delanteros ventilados y con memorias, la calefacción en los traseros y en el volante, el techo solar y unas llantas de 20” en vez de 18”.
En la versión que hemos probado, el ambiente es el de un modelo de lujo. Lo es por el diseño elaborado y la presencia de materiales de calidad, pero, lo que le distingue un poco de otros coches de su precio son pequeños detalles que Lexus ha cuidado de una manera poco habitual. Las ventanillas se desplazan haciendo poco ruido (y con dos velocidades, una más lenta cuando llega al final del recorrido para evitar el golpe final); la cortinilla del techo panorámico también se mueve con una suavidad y cantidad de ruido poco habitual; tampoco se oyen los motores de los retrovisores exteriores al plegarse; las puertas cierran con un sonido trabajado y más discreto que el de sus rivales alemanes; y los mandos tienen un tacto excelente. Hasta las alfombrillas tienen mejor presencia de lo habitual, con una zona enmoquetada y otra recubierta de piel sintética y pespuntes decorativos.
El maletero tiene 545 litros de capacidad, tanto en la versión híbrida como en la híbrida enchufable. Son 10 litros menos que el modelo anterior, pero un dato bueno con respecto a sus alternativas. Tiene unas formas regulares. Las versiones con el nivel de equipamiento Executive o superior tienen un portón automático con dos posibilidades de cierre, inmediato o al alejarse del coche. También puede tener la función de accionamiento con un movimiento del pie bajo el paragolpes.
El NX destaca de entre la competencia por el cuidado que Lexus presta a algunos detalles. Tiene un rodar refinado y es cómodo, pero no más que sus alternativas principales. Es silencioso en algunas circunstancias, también menos que otros, y hay que acostumbrarse al funcionamiento del motor térmico acoplado a un engranaje planetario porque produce más ruido del habitual cuando hay cambios de ritmo o una demanda fuerte de potencia.
En ciudad, el NX rueda de manera suave, aislando bien a los pasajeros de la calle. El silencio predomina en el habitáculo y es bueno en estos aspectos. El sistema híbrido enchufable de 309 CV es el que también usa Toyota en el RAV4 Plug-in Hybrid, pero el funcionamiento es idéntico y las prestaciones son ligeramente mejores en el Toyota. La batería de 18,1 kWh totales nos ha permitido circular por ciudad casi 70 kilómetros siendo solo algo cuidadoso con la conducción.
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