Todo el mundo tiene un defecto. Nadie es perfecto. Pero os aseguro que encontrar lo peor de LeBron James ha sido una de las tareas más complicadas que he tenido que realizar hasta el momento.
Este tío mejora cada año su juego. Cuando entró en la liga era un poderío físico con visión de juego, pero ya está. No tenía las armas de larga distancia a un nivel en el que se podían considerar una amenaza. No era capaz de cambiar por completo el rumbo de un partido el solito. Os aseguro que no era capaz, de ninguna de las maneras, de postear, con ese juego de pies, ese tirito tan formal, esa soltura tan elegante… NO ERA CAPAZ de hacer eso! Cosas que en su decimoséptima temporada parece que sean el pan de cada día.
Este tío es una leyenda andante. No solo es uno de los mejores jugadores de la historia del juego, no solo es uno de los deportistas con mayor influencia en el mundo, sino que además es uno de los únicos jugadores en todos los deportes mundiales, que parece que mejore con la edad.