Alicia de once años de edad, le avergüenza su cuerpo y el desarrollo de sus senos. La depresión y aislamiento van en aumento ante la preocupación de sus maestros Raquel y Beatriz y de sus padres, Claudia y Armando. De igual forma, Mariana enfrenta equivocadamente el desarrollo de su sexualidad gracias a los mensajes inconscientes que su madre Susana le repite cotidianamente. Empeorando la situación de ambas niñas, afectando su autoestima y seguridad, los también niños aún, Miguel y sus amigos, se dedican sistemáticamente a burlarse de las niñas haciendo alusión enfermiza y obsesiva al volumen de sus senos. Mariana se venda fuertemente oprimiéndose el pecho hasta grados peligrosos y Alicia se recluye y llora desconsolada bajo la regadera de su casa y en el baño de la escuela hasta llegar a tusarse el cabello torpemente.