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A lo largo de la historia del béisbol los mejores bateadores de un equipo se han ubicado en los puestos del tres al cinco en la alineación. La estrella del conjunto, el máximo jonronero y el impulsador nato, conforman un trío clave en la estrategia de ataque de los directores y aunque el diseño de orden al bate ha ido cambiando en los últimos tiempos, esa posición ha sido la tradicional desde el nacimiento de este deporte.
Armando Capiró, Pedro Medina y Agustín Marquetti
Este trío a pesar de no coincidir muchas veces en campeonatos nacionales por diferentes motivos continúa siendo un referente para los aficionados en toda la isla y para los capitalinos en particular.
Uniendo sus carreras deportivas esta triada temible compiló para 298 de promedio ofensivo, conectó un cuadrangular cada 26.41 veces al bate y remolcó una carrera cada 5.87 apariciones oficiales al plato, para marcar una época en el béisbol cubano
Héctor Olivera Sr, Antonio Muñoz y Pedro José Rodríguez
Conformado por un bateador de altos averages y dos tremendos sluggers, este trío se mantuvo en el centro de la alineación de la llamada “Trituradora naranja” a finales de la década del 70 y ha perdurado en la historia como la mejor tanda ofensiva, al menos del centro de la isla.
Empujaron una carrera cada 4.75 veces al bate, colocándose en el segundo lugar en ese departamento entre los tríos de este listado, además de sacar 740 pelotas del parque (una cada 18.41 turnos) y promediar entre los tres para 300 exactos
Omar Linares, Luis Giraldo Casanova y Lázaro Madera
Con dos de los mejores bateadores cubanos de todos los tiempos, esta tríada fue la más atemorizante a mediados de la década del 80 y ayudó a conseguir varios campeonatos para la provincia de Pinar del Río en Series Nacionales y Selectivas.
Se colocan segundos en esta lista en el acápite de frecuencia de jonrones al disparar uno cada 17.36 comparecencias oficiales a la caja de bateo (dieron en total 980), empujaron además tres mil 383 carreras (una cada 5.02 turnos) y dejaron un promedio al bate de 339, el más alto conseguido entre todos los demás tríos
Pedro Luis Rodríguez, Romelio Martínez y Juan Carlos Millán
Nunca pudieron conseguir un título para su provincia por no contar en aquella época con un cuerpo de picheo de calidad, pero estos miembros de la maquinaria habanera de la década del 80, sin dudas hacían temblar a los serpentineros adversarios.
Nadie los supera en esta selección si hablamos de jonrones por vez al bate, al conectar entre todos uno cada 17.32 apariciones oficiales (785 en total) para demostrar su poderío en las muñecas. Impulsando carreras no se quedaron atrás y trajeron a dos mil 648 compañeros para el plato (uno cada 5.13 veces al bate) y su promedio ofensivo fue de 298
Fernando Sánchez, Lázaro Junco y Julio Germán Fernández
Pieza clave fue este trío para que sus Henequeneros alcanzaran dos campeonatos consecutivos a inicios de los años 90. A golpe de batazos se ganaron un puesto en este listado y quedarán en la historia como la tanda matancera más potente del pasado siglo.
Con 987 cuadrangulares (uno cada 19,34 veces al bate), tres mil 554 remolques (uno cada 5.37 turnos) y un average ofensivo de 297, dejaron un currículo impresionante durante sus años como peloteros activOS
Llamados “Los tres Villalobos” este tridente de Granma se cansó de darle líneas a sus oponentes durante algunos años, aunque tampoco pudieron lograr juntos una corona para su equipo de los Alazanes, quienes paradójicamente alcanzaron dos consecutivas después de la desintegración de este poderoso trío.
Entre todos empujaron dos mil 532 carreras, lo que representa una cada 4.57 turnos al bate y es la mejor frecuencia impulsadora lograda por trío alguno en la historia de los campeonatos nacionales. Por otra parte, sacaron 575 pelotas más allá de los límites (uno cada 20.14 apariciones) y promediaron con el madero para 338, quedándose solo un punto por debajo de la triada que ocupa el primer lugar en ese departamento
Este es el trío que cierra una época dorada del béisbol cubano donde prácticamente arrasaban a sus rivales en torneos internacionales. En casa, la unión de estos tremendos toleteros santiagueros conformó la llamada “aplanadora” que logró tres campeonatos consecutivos entre los años 1998 y 2001 para convertirse en uno de los mejores equipos jamás vistos sobre un terreno de pelota.
Entre los tres promediaron para 316 de average, conectaron mil 77 bambinazos y remolcaron tres mil 858 carreras (más que cualquier otro trío en la historia), sacando una bola del parque cada 17.52 comparecencias oficiales al plato y empujando una carrera cada 4.89 turnos al bate, para terminar terceros en ese acápite entre todos sus contendientes.
Victor Mesa Martinez Jorge Luis Toca Oscar Machado