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Gales, una pequeña nación que limita al este con Inglaterra y que junto con Escocia e Irlanda del Norte forman Reino Unido es conocida como la tierra de los castillos. Fantásticos paisajes, enormes acantilados y verdes paisajes, son algunas de las cosas que Gales nos depara.
Ana vino para estudiar, pero al final se quedó por amor en la tierra de las leyendas y los castillos. Con ella hemos quedado en Tenby, una pequeña ciudad costera al sur y una de las más bellas y turísticas del país, por sus casas victorianas y su colorido paisaje. Ana nos ha explicado cómo es su día a día en esta zona de Gales y nos ha contado que en los colegios galeses libros, cuadernos y transporte escolar son completamente gratis. Con ella hemos ido hasta un castillo con más de 2.000 años del que se dice que cada noche aparece el fantasma de un mono que recorre las estancias abandonadas y recorrido Freshwater West, una de las playas más salvajes y bellas.
En la capital de Gales, Cardiff, nos espera Ruth. Nos ha descubierto las famosas galerías comerciales de la era victoriana que por la ciudad y que hacen de ella, la ciudad con más galerías del mundo. En pleno centro nos topamos con el Castillo de Cardiff, construido en 1091 y rodeado de murallas. Como no podía ser de otra manera también hay una leyenda sobre éste castillo que asegura que en él vive un fantasma que camina entre las llamas de una de las chimeneas de la biblioteca. Además, Ruth nos ha llevado hasta el puebo del jugador del Real Madrid Gareth Bale.
Hasta el norte de Gales hemos tenido que ir para encontrarnos con María José. Nuestra madrileña salió de Madrid hace 22 años y lleva ya 13 en Gales. Con ella hemos visitado algunas de las zonas más famosas de Gales, Holywell, es el nombre del pozo sagrado que está en el pueblo de Maria José y que tiene propiedades curativas. Todos los años acuden a este monasterio mas de 300.000 personas y el Castillo de Conway uno de los mejores conservados y de los más bellos de la costa norte galesa.
Ana conoció a su marido haciendo un curso de inglés y no dudó en marcharse hasta Aberystwyth, uno de los pueblos más turísticos. Ahí nos hemos sorprendido viendo cómo los galeses desafían al frí