El 21 de mayo de 1982 la división de aviones de la Armada Skyhawk A4Q, comandada por Alberto "Mingo" Philippi, hundió a la fragata británica Ardent. La exitosa misión tuvo empero su precio. El "Loro" Márquez murió en el combate, el "Cacha" Arca, averiada su máquina, debió eyectarse sobre Puerto Argentino, y el entonces capitán de corbeta Philippi vivió una verdadera odisea, de la cual sobrevivió milagrosamente.
Vale subrayar que cuando Phlippi, siendo subjefe de la Base de Río Grande, quiere volver a la Escuadrilla para combatir y llama al capitán de navío Raúl Rivero, comandante de la Fuerza Aeronaval No.2, a fin de solicitarle el permiso correspondiente, una de las objeciones de este último es que habría roces por quien sería el comandante. Es que el nuevo jefe de la escuadrilla, Rodolfo Castro Fox, era más moderno que Philippi. Sin embargo, este le dijo a Rivero que no se preocupara por el tema. Castro Fox sería el comandante y él volaría como piloto adscripto. De hecho no hubo ningún problema, dividieron el grupo de pilotos en dos divisiones de seis, y cada uno lideraba una división.
Tras la eyección, Philippi caminó tres días hasta toparse con el kelper Tony Blake, quien le dió abrigo, lo trató a cuerpo de rey, y hasta lo visitó después de la guerra en Bahía Blanca, donde rindió homenaje a los caidos argentinos en la Gesta.
Nicolás Kasanzew, corresponsal de guerra en Malvinas, entrevistó a Philippi, fervoroso admirador del Barón Rojo, Manfred von Richthofen, en Choele Choel, en casa del historiador local Omar Cricco.
Edición, Sil Bonfietti. Posproducción, Niki Kasanzew.
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