Recorriendo las Ruinas de San Ignacio Miní, los Saltos del Tabay, las Minas de Wanda, el Parque Nacional Iguazú y casi el Parque Nacional Mocoretá en la provincia de Misiones, describiendo algunas historias, algunas leyendas y tratando de retratar su belleza.
00:00 Ruinas de San Ignacio Miní.
01:45 Saltos del Tabay en Jardín América.
03:42 Minas de Wanda.
07:27 Camino al Parque Nacional Iguazú.
08:49 Sendero Macuco hasta Salto Arrechea.
12:07 Circuitos Inferior y Superior.
13:16 Leyenda de la creación de las Cataratas del Iguazú.
17:06 Circuito Garganta del Diablo.
19:11 Navegación " la Gran Aventura" hasta la Garganta del Diablo.
21:51 Camino hasta el Soberbio y el Parque Mocona.
Les quiero mostrar mi viaje por el Litoral Argentino durante 2022.
Trasladándome y durmiendo en mi Citroën Berlingo en los diferentes campings que voy encontrando.
Un Camino para conocer Lugares, para conocer Personas, para hacer Fotografía y Video, donde lo Importante no es el Destino, sino el mismo Viaje.
Mi forma de mirar las cosas.
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Información Parque Moconá: mocona.misiones.tur.ar/
Leyenda de las Cataratas del Iguazú:
En el cauce del río Iguazú, que crece con las lluvias, como un centinela de las profundidades, mora M´boi, el dios- serpiente.
Temible es su aspecto, pero más temible aún es su furia.
La ira de M`boi es capaz de desatar tempestades, de arrasar aldeas enteras, de arrancar los arboles más grandes de la selva.
Los pueblos guaraníes que habitaban aquellas comarcas lo sabían, y, desde el comienzo de los tiempos, habían intentado aplacar su cólera con ofrendas de todo tipo, pero solo aquietó su enojo cuando comenzaron a entregarle, año tras año, a una bella joven.
Mientras se internaban en las aguas, de las que no regresarían, las doncellas, sabían que su sacrificio salvaría a su pueblo de la ira de M´boi.
Desde las más lejanas tierras acudían representantes de otras tribus a presenciar aquel rito antiguo.
Y así llegó el cacique Tarobá, quien fue recibido con honores, como todos los jefes indios, con sabrosos manjares, danzas y canciones.
Fue entonces cuando conoció a la bella Naipí. La joven caminaba por allí y sus ojos, enormes y negros, estaban llenos de lágrimas. Sonrió al ver al cacique, pero su sonrisa apenas pudo disimular su tristeza. Pronto supo Tarobá que aquella joven le había robado el corazón y pronto supo también que ella era la joven elegida para ser entregada a M´boi, el dios- serpiente.
El cacique enfrentó entonces a los ancianos de la tribu. Intentó convencerlos de mil maneras para que no sacrificaran a Naipí. Hablo de honor y de justicia e incluso de amor. Todo fue en vano.
Ni sus palabras ni sus amenazas ni sus ruegos fueron escuchados. Naipí estaba condenada y ya nada podría salvarla.
Tarobá no se resignó. La noche anterior al sacrificio, mientras todos dormían, logro llegar hasta Naipí e intentaron escaparon en una canoa navegando río arriba, contra la corriente.
Grande fue la furia de M´boi, el dios- serpiente, al enterarse de la fuga.
Su cuerpo monstruoso se retorció de rabia e hizo temblar hasta las mismísimas entrañas de la tierra. Una profunda grieta se abrió entonces y las aguas del río Iguazú, que alguna vez habían sido mansas, se precipitaron vertiginosamente por ella, formando las Cataratas del Iguazú.
Empujada por las aguas, la frágil canoa cayó desde aquella gran altura y los jóvenes fugitivos desaparecieron.
Pero M´boi quiso castigarlos aún más.
Transformo a Naipí en una gran roca, que allí, en el centro mismo de la catarata, recibe día tras día el embate furioso de las aguas.
A Tarobá, lo transformó en una palmera, que, desde la orilla del abismo, se inclina para ver a Naipí.
Dicen los guaraníes que M´boi vive en una gruta en las profundidades de la Garganta del Diablo, vigilando a los enamorados para que nunca vuelvan a unirse.
Pero dicen también que, cuando brilla el sol, entre las aguas furiosas que caen, se dibuja un arcoíris entre la roca y la palmera.
Como un puente de amor que une a Tarobá y a Naipí.
Música: KZfaq.
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