Verano de 1996. Mostovoi firma por el Celta
El Celta de Vigo se propone formar un gran equipo para pelear por grandes cotas. Para ello, el club gallego contrató a grandes jugadores como Mazinho o Revivo, pero la guinda del proyecto fue el ruso Aleksandr Mostovoi. Sin embargo, el rendimiento del ruso en su primera campaña como celeste no fue el esperado. Los pobres resultados y el carácter del futbolista no ayudaron a su adaptación, pues no se encontraba a gusto y se quejaba de que las instalaciones del club no eran dignas de un club profesional. Pero si un momento tenso se recuerda de la estancia de Mostovoi en el Celta ese es la discusión con Patxi Salinas en el Molinón:
el conjunto celeste perdía 4-0 contra el Sporting y Mostovoi, con claros gestos de cabreo, intentó abandonar el terreno de juego. Como era de esperar, la rabieta del ruso provocó las iras de todos sus compañeros, especialmente de Patxi Salinas, que lo agarró del cuello y le obligó a volver al campo.Esa temporada el Celta mantuvo la categoria a duras penas, salvándose en la última jornada contra el Real Madrid.
Todo cambió la siguiente temporada, cuando el conjunto gallego se reforzó aún más con hombres como Karpin y con la llegada de Javier Irureta al banquillo de Balaidos. A partir de ese instante, el equipo dio un salto de calidad, empezó a jugar bien y terminó la temporada clasificandose para la Copa de la Uefa. Esa mejora del equipo fue paralela a la de Mostovoi, que poco a poco se fue encontrado a gusto y se convirtió en la estrella del equipo.
A partir de ese momento, Mostovoi, ya convertido en el Zar de Balaidos, se convirtió en líder del equipo y en ídolo de la afición, dejando muestras de su clase en los mejores campos. Bajo la batuta de Mostovoi y con hombres como Revivo, Gustavo López, Makelelé o Karpin, el Celta comenzó una ascensión imparable que le llevó a luchar de tu a tu con los grandes de la Liga y de Europa, desplegando un juego ofensivo y sin complejos.
El equipo vigués, ya apodado Eurocelta, entrenado por Víctor Fernández y comandado por Mostovoi, maravillaría al continente con partidos inolvidables como el 7-0 al Benfica o el 4-0 a la Juventus. Sin embargo, su fútbol preciosista no fue premiado con ningún título, aunque acarició la gloria en 2001 cuando estuvo a punto de ganar una Copa de Rey.
En 2004 el Celta se clasificó para Champions por primera vez en su historia. Sin embargo, el equipo acusó la acumulación de partidos y ese mismo año terminó bajando a segunda. Esa también fue la última temporada de Mostovoi en Vigo. Tras 8 años como referente del club y con 235 partidos a sus espaldas, Aleksandr Mostovoi dejaba el Celta de Vigo convertido seguramente en el mejor jugador de su historia.Quizás no ganó ningún título, pero la afición celeste no olvidará el carácter y talento de aquel jugador ruso que regaló grandes tardes de fútbol a Balaidos.