Del doble enfrentamiento entre España y Japón de esta semana se habló de la exhibición que dio Solano en el juego con pívot, con varios goles y jugadas de juego de espaldas que tanto definen nuestro deporte.
Sin embargo, es fue la punta de un iceberg enorme que se pudo ver durante los dos partidos. Lo increíble fue la exhibición que dio España en el juego 3-1. Tanto en los movimientos para elaborar y conseguir conectar con el pívot, como en los momentos posteriores a la conexión con la generación de aclarados, y entradas de todo tipo que hicieron mucho daño a la selección Japonesa.
A pesar de que Japón empezaba presionando con una defensa de cambios alta, una vez que esta primera presión era sobrepasada, el sistema defensivo se convertía en una individual casi pura, siguiendo la mayoría de cortes españoles. España leyó de una manera espectacular y realizó varios movimientos para conseguir conectar con pívot fácilmente. Cortinas directas e indirectas, cortes de ala sencillos, giros, saltos de linea para abrir lineas de pase... Además de jugar varias situaciones directas, o bien con puertas atrás o por delante del cierre.
La variedad de los movimientos, la defensa por detrás continua de Japón al pívot y la superioridad física de Solano y de los alas que ganaban a su par en las entradas sobre el pívot, hicieron que Japón sufriera mucho con el 3-1 de España. Solano (y Raúl Gómez) se aprovecharon y nos deleitaron con varios movimientos de pívot fantásticos que todos los niños de base debería estar trabajando. Si hay entrenamientos específicos de porteros, ¿por qué no de pivots? Si son posiciones tan claramente diferenciables de las demás.
De todas las maneras, gran juego de España que siempre que juega nos deja un manual de como dominar todas las situaciones del juego para poner en cursos de entrenador.
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