Las ondas de choque es un tratamiento no invasivo que se utiliza para diversas condiciones, especialmente en fisioterapia y medicina deportiva.
Aquí te explico cómo se aplican y cómo funcionan:
Aplicación de las ondas de choque:
Evaluación inicial: Antes de aplicar las ondas de choque, se realiza una evaluación médica para determinar si este tratamiento es adecuado para el paciente y para identificar el área a tratar.
Preparación del paciente: El paciente generalmente se coloca en una posición que permita un fácil acceso al área a tratar.
Aplicación del gel conductor: Se aplica un gel conductor en el área a tratar. Este gel ayuda a que las ondas de choque se transmitan de manera eficiente a través de la piel hacia el tejido objetivo.
Ajuste de la intensidad: El terapeuta ajusta la intensidad de las ondas de choque según la condición del paciente y la gravedad del problema a tratar.
Aplicación de las ondas de choque: Se utiliza un dispositivo que emite ondas de choque y se coloca sobre la piel en el área a tratar. El dispositivo emite pulsos de energía acústica que se propagan a través del tejido hasta alcanzar el sitio de la lesión.
Número de sesiones: El número de sesiones necesarias varía según la condición médica y la respuesta individual del paciente. Por lo general, se recomiendan varias sesiones espaciadas en el tiempo para obtener los mejores resultados.
Funcionamiento de las ondas de choque:
Las ondas de choque funcionan mediante la aplicación de energía mecánica o acústica a través del tejido corporal. Este tipo de energía puede generar diversos efectos fisiológicos, que incluyen:
Estimulación de la curación: Las ondas de choque pueden estimular la actividad celular y la circulación sanguínea en el área tratada, lo que promueve la curación de tejidos blandos y la regeneración ósea.
Reducción del dolor: Se cree que las ondas de choque pueden interferir con los impulsos nerviosos responsables de transmitir la sensación de dolor, lo que puede proporcionar alivio del dolor en condiciones como la tendinitis o la fascitis plantar.
Disolución de depósitos calcificados: En condiciones como la tendinitis calcificada, las ondas de choque pueden romper los depósitos de calcio en el tejido blando, lo que facilita su absorción por el cuerpo.
Estimulación de la actividad metabólica: Las ondas de choque pueden aumentar la actividad metabólica en el área tratada, lo que puede acelerar el proceso de curación y reparación del tejido.
En resumen, las ondas de choque son una opción de tratamiento no invasiva que puede proporcionar alivio del dolor y promover la curación en una variedad de condiciones musculoesqueléticas. Sin embargo, es importante que este tratamiento sea administrado por un profesional médico
calificado y que se sigan sus recomendaciones.
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