El Patio del Yeso es uno de los escasos restos verdaderamente islámicos dentro del conjunto palaciego del Real Alcázar de Sevilla. Fue construido por el primer califa almohade de Al-Andalus en torno al siglo XII. En este patio, podemos observar el homenaje al agua propio de los palacios islámicos, ya que posee en el centro una alberca. El Patio del Yeso fue descubierto por el arquitecto Tubino a finales del siglo XIX. Está compuesto por un patio rectangular con una alberca en el centro, alrededor del cual se distribuyen las estancias. Durante la época almohade, había dos pórticos que abrían a este patio, pero hoy en día solo queda el pórtico meridional, una pequeña joya de la arquitectura almohade. Este pórtico está formado por un arco central más grande, alineado con la puerta de la sala detrás, y flanqueado por tres arcos menores sobre columnas a cada lado. La estructura del pórtico es adintelada, lo que significa que los arcos no soportan peso y son puramente decorativos. La decoración de los muros utiliza el estilo “sebka”, típico de la arquitectura almohade y sevillana. El arquitecto Ahmed Ben Basso empleó este estilo para decorar los paramentos exteriores de la Giralda. En la sala detrás del pórtico, recientemente se han descubierto restos de decoración pintada con motivos geométricos del siglo XII y decoración floral del siglo XVI.