Рет қаралды 514,140
Este miércoles, Perú vivió una dramática jornada política. Su presidente, Pedro Castillo, anunciaba la disolución del Congreso, instauraba un Gobierno de emergencia nacional, decretaba el toque de queda y la reorganización del sistema judicial.
Los congresistas y varias figuras políticas no tardaron en denunciar un "golpe de Estado" o un "autogolpe", perpetrado por el propio presidente, al estilo de Alberto Fujimori en 1992.
Fue un acto desesperado de Castillo para evitar ser destituido, algo que ocurríría horas más tarde en el Congreso con una contundente mayoría.
La presidencia de Castillo ya es historia y ha sido detenido. Perú pudo defenderse de un asalto a su democracia. Pero ojo, porque esto no quiere decir que el país pueda pasar página fácilmente. Perú necesita reformas estructurales, que el Ejecutivo y el Congreso funcionen de una vez y partidos políticos que representen de verdad los intereses de los peruanos.